En 1964 Paul Baran recibió un importante encargo de la RAND Corporation, el think tank de científico de la defensa norteamericana.
¿Qué estructura debían de tomar las comunicaciones de datos para sobrevivir a la primera oleada de un ataque nuclear soviético?
Baran se dió cuenta de que en una red centralizada, la desconexión del nodo central destruye inmediatamente toda la red.
Una red descentralizada era en cambio mucho más robusta: al eliminar uno de los nodos localmente centralizadores la red no desaparecía completamente aunque algunos nodos quedaban desconectados y generalmente la red se rompía en varios trozos desconectados entre si.
Baran se preguntó si no era posible definir una red cuya característica principal fuera que al eliminar cualquier nodo ningún otro quedara desconectado.
Llamo a este tercer tipo de redes redes distribuidas y propuso su uso para conectar entre si los ordenadores de las grandes universidades que habían recibido fondos de investigación de la defensa. Esa red, DARPANet, se conocería más adelante como Internet.
La red centralizada correspondería casi perfectamente a la estructura de las redes de postas que eran el principal sistema de comunicación hace tres siglos.
En el sistema de postas cada carta enviada de un punto a otro tenía que pasar necesariamente por la capital, la ciudad central donde vivía el rey y estaba establecido el poder que literalmente permitía que unos lugares se conectaran con otros. Son los tiempos de la monarquía absoluta, los monopolios reales y el estado confesional.
El sistema era especialmente rígido con las colonias americanas. En el Imperio Portugués por ejemplo, estaba prohibido construir caminos entre las distintas colonias brasileñas y para enviar una carta de Río a Bahía tenía que viajar hasta Lisboa sólo para volver por barco a América.
No es de extrañar que los primeros periódicos estuvieran en los puertos y sus noticias principales fueran precisamente las llegadas y salidas de barcos.
Basado en el mismo sistema centralizado de comunicaciones, el modelo de estado al que darán lugar los partidos de la revolución francesa será tan centralista como el de la monarquía absoluta. De hecho, todavía hoy se conoce al centralismo extremo como «estado jacobino».
Y en 1852, un joven emprendedor alemán Paul Julius Reuter, consigue conectar por primera vez París y Londres a través de un cable submarino. Su idea: compartir las cotizaciones de las bolsas europeas en tiempo real. Los «cables» de Reuter pronto llevarán noticias de todo tipo y no sólo los inversores, sino los periodicos locales comenzarán a comprarlas.
Reuter pronto se dará cuenta del valor de sus «scoops», sus cables con noticias impactantes que llegan mucho antes que las crónicas que se envían por barco. Nace la agencia Reuter’s…
…y en 1853 cuando estalla la guerra de Crimea consigue el apoyo del Almirantazgo y el diario «The Times» para tender su red hasta el mismo mar Negro donde ingleses, franceses, italianos, rusos y otomanos batallan por el control de las puertas de Asia.
Con Crimea, el telégrafo lo cambia todo: al tener acceso rápido y directo el gobierno podrá dirigir la guerra desde Londres prácticamente en tiempo real, las bolsas se moverán al ritmo de los avances y retrocesos del ejército y lo que es más importante, los periódicos llevarán el debate a las calles y los cafés.
Las consecuencias políticas serán tremendas. La información que permitía tomar decisiones sobre el curso de la paz y la guerra pasa a estar al alcance de todo el mundo. La opinión pública presiona a los gobiernos en un nuevo ámbito. Los encargados de la política exterior, que se llaman hasta entonces «Ministerios o Secretarías de Estado» remarcando el carácter exclusivo que tenían, pasan a llarmarse «Ministerios de Exteriores» y los defensores del sugragio universal tendrán un nuevo argumento contra la idea de que las decisiones políticas debían mantenerse en la minoría informada.
No será el único gran cambio social que traiga el telégrafo. Es la época de los primeros movimientos sindicales. Los empresarios británicos se habían dado cuenta de que frente a una huelga pueden derivar producción a sus colegas en Francia o Bélgica rápidamente enviando un telegrama y comprando producción para no perder pedidos. Los obreros responderán convocando en Londres en 1863 a todos los movimientos obreros y radicales del continente con el objetivo de coordinar del mismo modo, osea telegráficamente, a los obreros de todo el continente. Nacía la AIT, la primera Internacional.
El telégrafo mientras se extiende sin parar. Dentro de cada país convirtiéndolo en una gran red descentralizada y entre países transformando y extendiendo el sistema por todo el mundo. En 1866 se conectan Londres y Nueva York. En 1870 el cable llega a Bombay. En 1884 las grandes naciones europeas se reunen en Berlín para repartirse Africa: los nuevos imperios globales sólo podrán gobernarse a base de telegramas. El mundo se interconecta. Simbólicamente es la época de las grandes Exposiciones Universales
Y finalmente en 1889 se funda la II Internacional. Los partidos socialistas y socialdemócratas, los primeros partidos con participación masiva, calcarán la estructura del telégrafo, organizándose en grupos territoriales que a su vez delegarán en nodos locales, estos a su vez en regionales y estos en nacionales que formarán la Internacional. El éxito es inmediato, la socialdemocracia alemana pronto alcanza el millón de miembros y representación parlamentaria. El modelo es copiado por todos los partidos, de todas las tendencias, hasta hoy.
Se abre la época de la participación política de masas, de los periódicos populares y del sufragio universal. El estado se transforma, se descentraliza siguiendo la estructura de la misma red de comunicaciones. Los estados se federalizan, las empresas se dividen en divisiones y delegaciones regionales por un lado y se agrupan como multinacionales por otro. En la frontera del siglo XX el mundo entero toma su forma de la gran red descentralizada de comunicaciones que le alimenta.
El paso de las postas (o sea de la red centralizada) al telégrafo (la red descentralizada), supuso el fin del poder de filtro de un único agente sobre la información que recibían los demás. Con la red descentralizada vivimos la aparición del pluralismo y la democracia representativa universal, del sistema de agencias de noticias y periódicos moderno, de las multinacionales y del estado federal.
Un siglo después del éxito final del telégrafo, el mundo comienza a vivir una conmoción parecida: de las redes descentralizadas hijas del telégrafo pasamos a sentir el impacto de Internet, la primera gran red de comunicaciones distribuida.
¿Qué significa? Significa pasar de vivir bajo el poder de filtro de unos pocos, bajo las identidades predefinidas por unos pocos, a intuir el fin de todo poder de filtro. Nacen la blogsfera y las redes masivas de movilización sobre teléfonos celulares. Dictaduras y democracias sienten el impacto por igual.
Pequeñas empresas de lo que antes era el mundo sudesarrollado comienzan a aliarse entre si para vender productos en los países centrales desbancando a monopolios y multinacionales, es la «globalización de los pequeños».
Las viejas identidades como la nación y sus fronteras, y las viejas instituciones del mundo descentralizado -como la propiedad intelectual- entran en crisis. Estamos entrando en un mundo de redes distribuidas.
FUENTES:
http://bitacora.lasindias.com/historia-de-las-redes-guion-ilustrado/
http://www.youtube.com/watch?v=31IDHxeX0vQ&feature=related